La seguridad laboral es una de las áreas más importantes de cualquier empresa, ya que garantiza la comodidad e integridad de los empleados en el desempeño de sus tareas y minimiza el riesgo general de la compañía para desarrollar su actividad, evitando posibles accidentes y sanciones. Además de conocer de forma general ámbitos como la ergonomía o la higiene en el trabajo, las empresas deben conocer los equipos de protección individual necesarios para cada puesto de trabajo.
En España, la principal normativa en torno a seguridad laboral es el Reglamento de los Servicios de Prevención, aprobado en el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero. Según este reglamento, cada empresa deberá evaluar los riesgos que implica su actividad y elaborar un plan de prevención ante los riesgos identificados, con una serie de medidas a implementar. Además, la eficacia de este plan deberá ser controlado periódicamente, modificando las medidas adoptadas en caso necesario para adaptarse a cada situación concreta.
Índice de contenidos
Seguridad laboral adecuada para cada puesto de trabajo
Riesgos habituales y vestuario laboral
Normativa sobre equipos de protección individual
Seguridad laboral adecuada para cada puesto de trabajo
El punto de partida antes de implementar cualquier plan de seguridad laboral es un conocimiento profundo de la actividad de nuestra empresa y los posibles riesgos que implica cada puesto de trabajo. Una vez determinados estos riesgos, podemos tomar las decisiones más adecuadas para minimizarlos mediante el empleo de equipos de protección individual y vestuario laboral adecuado.
La elección de equipos inadecuados o no adaptados a las necesidades específicas de un puesto de trabajo determinado puede resultar igual de peligrosa que la ausencia de elementos de protección. Conocer en detalle los riesgos a los que se exponen nuestros trabajadores es el mejor camino para conseguir una seguridad laboral adecuada, evitando así posibles consecuencias negativas sobre el rendimiento del trabajador o incluso, lesiones o accidentes de mayor gravedad.
Lo óptimo será adecuar los equipos de protección individual a cada puesto concreto, teniendo en cuenta nuestro sector de actividad. Así, conseguiremos garantizar la seguridad en el trabajo y evitar accidentes. Estas medidas deben estar acompañadas, además, por una formación continua del personal de la empresa en el ámbito de la prevención de riesgos laborales. Combinar la información y la formación con un vestuario laboral adecuado es la mejor fórmula para la prevención.
Tu fabricante de equipos de seguridad laboral o tu tienda de ferretería industrial de confianza pueden asesorarte para elegir los equipos de protección individual más indicados para cada puesto de trabajo dentro de tu empresa. En este sentido, en Gili Industrial hemos lanzado recientemente al mercado una nueva línea de trabajo específica sobre protección y vestuario laboral, contando con la colaboración de marcas punteras del sector de la protección y seguridad laboral, como Base o 3M.
Riesgos habituales y vestuario laboral
La seguridad laboral abarca riesgos muy diversos en función de la naturaleza de la empresa. Los peligros laborales son muy diversos: golpes o caídas, incendios, electricidad, exposición a sustancias químicas o biológicas peligrosas, radiación, etc. En Gili Industrial ofrecemos una amplia gama de productos que ofrecen protección específica para cada situación. Además, las instalaciones y equipos deben someterse a revisiones periódicas que certifiquen un correcto mantenimiento a lo largo de toda su vida útil.
Así, podemos encontrar, por ejemplo, vestuario laboral destinado a la protección de riesgos mecánicos, como rozaduras, golpes o cortes. Estos equipos de protección individual suelen estar fabricados a base de fibras sintéticas de alta resistencia, como el kevlar. Dentro de este apartado podemos destacar elementos como los cascos, guantes o calzado de protección.
La protección térmica o eléctrica es otra de las demandas más habituales en cuanto a seguridad laboral se refiere. Dentro de esta categoría se engloban equipos como las gafas y el calzado de protección, los guantes y manguitos, prendas de protección contra el frío, trajes de agua o mandiles y vestuario para soldar. Entre los más comunes también se encuentran los elementos de protección auditiva, con una amplia gama de orejeras y tapones, entre otros, indicados para trabajar en entornos con una alta contaminación acústica.
Malas condiciones climáticas
Si nuestro trabajo se desarrolla en condiciones de baja visibilidad o se necesita señalizar visualmente la presencia de una persona, existe vestuario laboral y equipos de protección individual que permiten una localización rápida y clara del trabajador mediante el empleo de materiales fluorescentes y retroreflectantes, como los habituales chalecos.
Trabajar con sustancias químicas o biológicas supone un riesgo añadido. Para entornos especialmente hostiles, podemos encontrar elementos como respiradores, vestuario desechable o equipos semiautónomos de respiración.
La ergonomía es otro factor clave a tener en cuenta en cualquier puesto de trabajo, desde cualquier puesto de oficina hasta un peón de la construcción. Existen elementos que nos ayudan a mantener una postura adecuada, minimizando el riesgo de lesiones y contracturas derivadas de tareas repetitivas. Entre los más habituales se encuentran las fajas o las plantillas para calzado, además de otros elementos destinados a propiciar la seguridad laboral como sillas adecuadas, alzapiés o reposamuñecas.
Finalmente, no podemos olvidar los riesgos psicológicos. En este aspecto, los expertos en seguridad laboral recomiendan no realizar jornadas excesivamente largas y realizar pausas a lo largo de la misma. Otro consejo es organizar correctamente las tareas a realizar a lo largo del día, alternando trabajos para evitar el cansancio.
Normativa sobre equipos de protección individual
El vestuario laboral y los equipos de protección individual deben cumplir una serie de requisitos y estándares de seguridad que acrediten su eficacia como elementos de protección. Los equipos que garanticen ese compromiso están certificados a nivel europeo con el sello o marcado CE, según lo establecido dentro del artículo 10 del Real Decreto 1407/1992, de 20 de noviembre. Esta normativa comunitaria entiende como equipo de protección individual “cualquier dispositivo o medio que vaya a llevar o del que vaya a disponer una persona, con el objetivo de que la proteja contra uno o varios riesgos que puedan amenazar su salud y su seguridad”.
Los fabricantes están obligados a incluir junto a estos elementos de seguridad laboral un folleto informativo en el que se detallen todas sus especificaciones, como los datos del fabricante, su fecha de caducidad o vida útil o su rendimiento.
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