El frío, la lluvia y la falta de visibilidad son algunos de los principales riesgos laborales para aquellos que trabajan a la intemperie. Es por eso necesario tener una buena ropa y calzado profesional, para trabajar bajo la lluvia. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para elegir este tipo de vestuario laboral.
Protección para trabajos en exteriores
Contar con el equipo y las herramientas adecuadas es un requisito indispensable en cualquier sector de actividad, pero, ¿qué debemos tener en cuenta para elegirlo? Los riesgos laborales a los que están expuestos los trabajadores dependen de las características propias de cada trabajo y las del entorno en el que se desarrolla. Conocer e identificar estas amenazas es el primer paso para determinar el vestuario laboral que debemos utilizar en cada caso.
Cuando nuestro trabajo se desarrolla al aire libre como, por ejemplo, en el sector de la construcción, debemos considerar las condiciones climatológicas como parte de nuestro entorno de trabajo. Trabajar bajo la lluvia, la nieve o el granizo aumenta el riesgo de sufrir caídas o resbalones, sabañones o, en casos extremos, hipotermia o congelación. Por otro lado, la niebla o la humedad extrema también pueden reducir la visibilidad, lo que supone un riesgo importante cuando se trabaja en carreteras o entornos con vehículos o maquinaria en movimiento.
La ropa y calzado profesional para lluvia y el frío está diseñada para proteger al trabajador contra los riesgos que suponen estas inclemencias climatológicas, garantizando su seguridad y su comodidad, gracias a un diseño centrado en la ergonomía.
Ropa laboral para lluvia y frío: definición y categorías
El vestuario laboral de protección para la lluvia y el frío está considerado un Equipo de Protección Individual (EPI), definido en el artículo 2 del Real Decreto 773/1997 como “cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin”.
Ropa y calzado profesional para lluvia pertenecen a los EPIS de categoría I, que engloba a todos aquellos equipos de diseño sencillo que proporcionan protección ligera frente a agentes atmosféricos no extremos. Dentro de esta categoría se encuentran también los guantes de jardinería o los delantales de protección térmica para temperaturas inferiores a 50ºC, por ejemplo.
Características de los tejidos
Según las características de los tejidos con las que están confeccionadas y el tipo de protección que ofrecen, este vestuario laboral se clasifica en tres categorías principales:
- Categoría 1
Ropa de trabajo que protegen contra riesgos mínimos, como agresiones mecánicas superficiales o agentes climatológicos no extremos, que no suponen un peligro grave para el usuario. En este grupo se engloban equipos como la ropa de trabajo para lluvia o la ropa de protección para ambientes fríos, de entre -5ºC y 10ºC.
- Categoría 2
Los equipos incluidos dentro de este grupo ofrecen protección contra riesgos intermedios, que no puedan llegar a causar lesiones graves, como la ropa de protección frente al frío extremo, diseñada para ambientes con temperaturas de entre -5ºC y -50ºC.
- Categoría 3
Los EPIs pertenecientes a este tipo ofrecen protección frente a riesgos que puedan suponer un peligro mortal o dañar de forma grave e irreversible la salud de los trabajadores. En esta categoría se engloban los trajes de protección frente a productos químicos, radiactivos o agentes biológicos, por ejemplo.
Claves para escoger tu vestuario de protección para lluvia
Las características de los equipos de protección contra condiciones climatológicas adversas que no supongan un riesgo grave para la salud del trabajador, como la ropa laboral para lluvia, están reguladas por la normativa europea UNE-EN343. Si trabajas a la intemperie y estás pensando en renovar tu vestuario, estos son los principales factores que debes tener en cuenta para elegir tu nueva ropa de trabajo:
- La principal característica de la ropa de protección para la lluvia es su impermeabilidad. Dependiendo de su resistencia a la penetración del agua, estas prendas se clasifican en tres niveles, siendo el nivel 3 el de mayor estanqueidad. Los trajes de agua y las botas de seguridad para la lluvia deben estar confeccionadas con tejidos impermeables, prestando especial atención a las costuras.
- Además de protegernos frente a la lluvia, el frío y la humedad, los trajes de agua para lluvia también deben ser transpirables, para permitir la evaporación del sudor y garantizar un confort térmico óptimo.
- En el caso de las botas de agua de trabajo, es recomendable que cuenten con una suela antideslizante, para reducir el riesgo de resbalones y caídas.
¡Renueva tu vestuario laboral e invierte en seguridad!
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